El coro en Las manos de Dios de Carios Solórzano tiene algunas funciones invertidas en comparación con el del teatro de la antigua Grecia. Por ejemplo, el core de Solórzano no se mete en el proceso de la obra, ni habla con los personajes, ni los critica moral o políticamente. Tampoco hace las veces de un público ideal que responde a las acciones de los personajes de la manera que el dramaturgo lo desea. A través del lenguaje corporal como las patomimas del coro, Solórzano intenta demostrar la realidad de los pueblos oprimidos de América Latina. Restringiendo al mínimo la expresión vocal, el autor muestra a la población hispanoamericana como dócil, pasiva, débil y fácil de ser controlada. Para ello el core de Las manos de Dios abandona las funciones de comunicación y mediación entre los personajes de la escena y los espectadores que tenía el coro griego. Mientras que el coro antiguo fue usado como un instrumento cultural para mantener la democracia del país, el de Solórzano es usado irónicamente como un insatrumento por parte de las clases dominantes para restringir la libertad del pueblo. La función del coro griego era fortalecer el régimen democrático despertando los sentimientos del pueblo y buscando los valores de la comunidad nacional, pere el coro de Solórzano expresa la ignorancia, los dolores y el fatalismo del pueblo hispanoamericano y at mismo tiempo la realidad trágica del pueblo transformado en un mero instrumento para mantener el régimen opresivo.