Este trabajo analiza la caracterización del personaje literario en la novela Los detectives salvajes de Roberto Bolaño desde la perspectiva de la semiología narrativa de Philippe Hamon. Se señala la singularidad de tal construcción caracterológica argumentando que los personajes bolañianos carecen de interioridad, identidad y profundidad psicológica; que definen su existencia por su "hacer", su acción en el mundo; que las acciones más frecuentes, determinantes y más fácilmente homologables en la novela están determinadas por un eje esencial: la búsqueda de la pertenencia a un territorio, real o metafórico. Tal búsqueda fracasa siempre y, entonces, frente a una realidad que se presenta inaccesible, los personajes asumen el rol temático del exiliado y del marginado. Bolaño evita todo discurso de las emociones y niega toda información sobre sus personajes. Sin embargo, les imprime una fuerza y una versomilitud notables al utilizar un medio no psicológico de caracterización que Milan Kundera ha llamado la aprehensión de la problemática existencial de los personajes.