En este trabajo se analizan los mecanismos simbólicos con los cuales migrantes mexicanos en Corea mantienen una negociación identitaria que les permita ubicar su lugar en el mundo. A través de narrativas de vida obtenidas en entrevistas con migrantes de tres años o más de estancia en Corea, se observarán los retos a los que se enfrentan en el proceso de integración intercultural, particularmente sus respuestas y estrategias para mantener un anclaje de pertenencia con México y/o con el país receptor.